La gran eficiencia de sus ventanas y el hiperaislamiento térmico en sus muros – que duplican o triplican el grosor de los muros de las viviendas convencionales – hacen la diferencia respecto a edificios convencionales logrando mantener una temperatura interior estable, no importando si afuera hace frío o calor.
Temperatura ideal para nuestro cuerpo
La temperatura ambiente ideal, no es una única y predeterminada, ya que pueden tener variaciones según la estación del año o el tipo de edificación, sin embargo según la OMS este abanico de grados varía entre 19º hasta los 25ºC.
A tener en cuenta
Entonces, para hablar de temperatura en cualquier edificio tendremos que tener en cuenta tanto la temperatura ambiente, como la temperatura superficial de los materiales que lo componen. Ya que el intercambio de calor en el cuerpo humano se produce por conducción, convección, radiación y transpiración (siendo el 40-60% del total solo en radiación). Esto nos revela que la temperatura superficial de los materiales usados influirá en la temperatura del ambiente al interior de nuestro departamento. Por esto, cuanto más alta sea ésta, mejor.
El incremento de sólo un 1ºC sugiere un aumento del 5-6% en los cobros mensuales de calefacción, por esto es sumamente importante no menospreciar la sensación térmica del cuerpo y elegir bien los materiales.
Diferencias en un Passivhaus
En un edificio Passivhaus, la temperatura interior es estable y se rige por los estándares de la OMS sobre temperatura ideal para nuestro cuerpo, variando entre 19º a 21º en invierno y desde los 21º hasta los 25ºC en verano. Las diferencias de temperatura entre dormitorios, living, cocina y baños no existe en este tipo de edificios, por lo que el confort al interior de tu hogar está asegurado.
Para entender esto de mejor forma, en un edificio Passivhaus puedes tocar el cristal de una ventana en invierno y tendrá la misma temperatura que en cualquiera de las paredes de tu casa.
