La ventilación y extracción del aire interior viciado en los edificios Passivhaus son factores determinantes, si bien muy pocos tienen en cuenta esto por no ser detalles visibles dentro de un edificio, son la causa fundamental de pérdidas de confort interior, subida en costos de las facturas de calefacción y una gran cantidad de patologías respiratorias en invierno.
Una buena ventilación al interior de tu departamento favorecerá la calidad del confort interior. Por esto, en las habitaciones o zonas de nuestro departamento donde pasamos gran parte del día, no deberíamos sobrepasar el contenido de CO2 en más del 700 ppm (partes por millón). Como ejemplo, una sala de reuniones que no está siendo bien ventilada puede tener hasta 6.000 ppm de CO2 (por la cantidad de personas dentro de esta) y un dormitorio de niños sin ventilar por la mañana puede tener hasta 3.500ppm cifra que a todas luces es peligrosa para la salud de los más pequeños.
Diferencias entre la ventilación y las filtraciones del aire e un edificio convencional.
La ventilación en un edificio convencional se realiza por las mañanas de forma manual con un control y periodicidad que nosotros mismos debemos definir. En cambio las filtraciones de aire, son huecos dentro del edificio propios de una mala ejecución o de puesta a punto de sistemas (extractores) o elementos constructivos (ventanas) – que no podemos controlar -que generarán pérdidas de calor, provocando condensaciones y corrientes de aire indeseadas en nuestras habitaciones.
Ventilación y filtraciones del aire en un edificio Passivhaus.
La ventilación en un edificio Passivhaus se hace las 24 horas del día a través de un sistema de ventilación imperceptible para el que lo habita, capaz de renovar con aire purificado el ambiente interior, entregando a la vivienda un aire de primera calidad los 365 días del año debido al uso de filtros que limpian el aire inyectado al interior.
Las filtraciones del aire en una vivienda Passivhaus no son permitidas, ya que el foco en este estándar de construcción es de que logren ser lo suficientemente herméticas (sin ganancias ni pérdidas de energía) de manera que puedan prescindir de calderas y aires acondicionados para calefaccionar y enfriar los ambientes de la vivienda.